
Oculto en lo más intrincado de las selvas del Congo encontramos a uno de los animales más extraños de Africa, hasta tal punto que su existencia era desconocida hasta principios del siglo XX.
El Okapi está muy emparentado con las jirafas y con ellas comparte muchas adaptaciones morfológicas, aunque su cuerpo sea en realidad más parecido al de un caballo. Debido a lo apartado de su hábitat es un animal muy poco conocido y los estudios sobre sus costumbres son muy escasos.
Generalmente son animales solitarios, aunque, en algunas ocasiones, se ha comprobado que viven en pareja pero no de manera permanente.