Autoreferencia

Yo no era así...
O quizás si.
Quizás siempre he sido callada, extraña, solitaria.
Sé que doy depresiva desde que nací o al menos tengo ese pensamiento.
Siempre negativa, esperando lo peor.
Pero con los demás me reía, hacia escándalo.
Quizás era para tener un poco de atención.
Ahora tampoco la tengo pero no la quiero.
Ahora escribo para no explotar todo lo que siento en la cara de nadie.
Y tengo una esponja de cerebro y de ojos.
Y cada triste canción me acompaña cuando la necesito. Y es que ellas nunca me han dejado sola y casi siempre cumplen su propósito.
Y tengo el mismo frío que de costumbre.
Y la misma fea letra.
El mismo horrible pensamiento, y la misma asquerosa sensación dentro.
No soy como nadie.
No encanjo en ninguna parte.
No respiro el mismo aire que tú.
No veo el color de las flores ni el resplandor del Sol.
No escucho el canto de los pajarillos, no huelo la lavanda ni el laurel.
No siento el dulce sabor de la miel, no me arrugo con el ácido jugo de limón.
No puedo sentir la seda ni el viento.
Tomo alcohol, fumo cáncer.
Escucho porquerías y como mierda.
Soy como un robot que anhela ser humano.
Soy el ciego que quiere ver, que quiere observar.
Soy el sordo que quiere oír, que quiere escuchar.
Soy el lisiado con ganas de bailar, el mudo con ganas de gritar.
Soy el vidrio sucio, soy el juguete empolvado.
La lámpara sin electricidad, la aguja sin hilo y a veces el hilo sin aguja.
Soy la pistola sin bala, la nube sin agua.
Soy como un océano sin sal, sin arena, sin marea...
Soy la desconcentrada que arruina la foto y la maldita mancha café en el vestido blanco.
Soy la sangre amarilla que nadie quiere.
El libro que perdió su último capítulo.
Soy una Carla de tierra. Hola, mucho gusto! tengo problemas (y)